¿Mente descafeinada, natural o torrefacta? Interesante dinámica y metáfora para mejorar nuestra productividad y el significado de lo que hacemos
Si lo pensamos bien, muchas de las cosas que hacemos en nuestra vida se parecen al funcionamiento de una cafetera: hay un contexto o fuego que es el que aporta la energía básica al sistema, el que hace hervir nuestra conducta, individual y/o colectiva, y la activa. Y este contexto cambia de un lugar al otro, y determina qué tipo de comportamientos se hacen en cada lugar: sin contexto no hay café para nadie. En el recipiente del agua se pone lo que hacemos (TAREAS), y lo llamaremos “CUANDO HAGO….” en este contexto o fuente calorífica concreta. En el filtro se pone el café, y lo llamaremos “Y PIENSO QUE…” que simboliza nuestros pensamientos (positivos o negativos), nuestras creencias (activantes o limitantes), así como las emociones (agradables o desagradables) asociadas a dichos pensamientos y creencias. En la zona del vaso superior, donde aparece ya el café mezclado con el agua, los comportamientos + creencias / pensamientos / emociones, pondremos “ENTONCES OCURRE QUE…”