El año 2016 tuve la ocasión de acompañar un proyecto internacional educativo basado en el concepto de Identidad Cosmopolita Global. Conocido también en los ámbitos educativos con el nombre de Ciudadanía Cosmopolita, Ciudadanía Global, o incluso más recientemente Inteligencia Global, en otros ámbitos y propuestas, pero referidos a la misma preocupación por educar personas que sepan combinar con inteligencia, audacia y humanismo en sus vidas la pertenencia a una cultura y territorio local concreto, con la necesaria pertenencia universal a un proyecto humanista global, del que forman parte otros diferentes, pero todos iguales en dignidad y en derechos.
Yo propuse con criterio científico-social justificado, y sigo proponiendo en la actualidad, que la clave de este proceso hay que buscarla en la construcción de los procesos identitarios, que por otro lado son también el origen de los conflictos inter-culturales e intra-culturales actuales. Por hacer una referencia actual: si profundizamos un poco en el conflicto del asalto al capitolio de EE.UU. el día 6 de enero de 2021, en el fondo de los asaltantes late un tipo de “Identidad Supremacista Nacional”, todo lo contrario de una Identidad Cosmopolita Global.
Este proyecto, que con el tiempo se ha ido consolidando y en la actualidad tiene bastantes referencias en publicaciones, investigaciones y propuestas pedagógicas, nació en el contexto del proyecto educativo Compañía de María y su red de centros educativos y educativo-sociales en todo el mundo, canalizado desde su Fundación Internacional de Solidaridad Compañía de María (FISC). Pero nació con carácter e intención global más allá de la propia red de centros Compañía de María, por ello se publicó en 2016 un libro de todo el proyecto en editorial PPC, del grupo editorial SM (España) bajo el título “Identidad Cosmopolita Global: un nuevo paradigma educativo-social para un mundo nuevo”.
Dicho libro, que tuve el privilegio de coordinar, tiene, además de mi propuesta, una serie de aportaciones de un importante elenco de expertas y expertos internacionales en varios aspectos claves necesarios para implementar con calidad y eficacia este gran proyecto. Todo esto lo cuento para ilustrar que un marco como el que vamos a utilizar en esta investigación, no nace de la nada, sino que nace de un largo, ancho y profundo proceso intelectual y experiencial.
En una primera investigación documental a fondo de su proyecto educativo universal o global, conceptualicé las que llamé “Cuatro dimensiones o llaves de la Identidad Cosmopolita Global”, que van a configurar el marco de investigación de esta propuesta en un determinado entorno local. Dichas dimensiones están formadas por 4 pares de conceptos-palabras. Y cada pareja de palabras es necesariamente indisoluble, siendo sinérgicas ambas entre sí, se realimentan mutuamente. Vamos a conocerlas con detalle para saber qué es lo que tenemos que observar en nuestra investigación:
Inclusividad-Diversidad: frente a la uniformidad y la homogeneidad incoherente, optamos por la diversidad constructiva y coherente, pero una diversidad inclusiva en la que todos tienen cabida y derecho a ser reconocidos y aceptados como tal. Esta diversidad se halla presente no sólo en lo cultural, sino también en los modos de aprendizaje e inteligencias así como en la diferente disponibilidad de bienes y oportunidades.
Solidaridad-Justicia: optamos por un tipo de solidaridad que tiene como horizonte de sentido y realización la justicia, conscientes de que no todas las formas de solidaridad están animadas y orientadas por la justicia. La solidaridad es el camino, los proyectos, las actividades, mientras que la justicia debe ser la brújula y el horizonte hacia el que caminan las formas de la solidaridad.
Historicidad-Utopía: la utopía de otro mundo posible realizado por mujeres y hombres nuevos, que desarrollan al máximo sus talentos, no para el propio beneficio o ventaja, sino para ponerlos al servicio de los demás, no se entiende sin una línea de tiempo histórica (pasado – presente – futuro), sin un proceso evolutivo propio de las etapas educativas. La vivencia del tiempo y su programación, en lo físico y lo existencial, es clave para comprender y realizar las utopías: somos personas e instituciones con una fuerte dimensión histórica y temporal que nos define y nos proyecta hacia delante, hacia horizontes de mejora.
Reflexividad-Identidad: la identidad, tanto en lo individual como en lo colectivo, se construye mediante procesos reflexivos en los que entran en juego los valores humanos como criterios de discernimiento y toma de decisiones. Optamos hoy por una identidad global y cosmopolita, frente a una identidad fragmentada y parcelada, de corto alcance en lo personal y en lo socio-cultural. Los procesos de reflexividad del yo, como elementos clarificadores de la identidad, precisan de acompañamiento ontológico, discernimiento y desarrollo de cierta dimensión espiritual.
Conocido ya el marco o las lentes desde las que vamos a investigar la realidad social, el objetivo de esta investigación va a consistir, como ya anunciaba al comienzo, en analizar proyectos educativos de colegios y universidades para valorar en qué medida dichos proyectos contemplan una Identidad Cosmopolita Global en el perfil del alumno/a del siglo XXI. La investigación podemos hacerla a través de las propias páginas web de dichos centros educativos, donde generalmente suelen estar publicados los proyectos educativos de forma resumida, o incluso en su totalidad.
Para realizar el análisis de contenido de los proyectos en la zona o muestra seleccionada, necesitamos una herramienta de evaluación-chequeo con unos conceptos e indicadores a modo de variables clave en cada una de las 4 dimensiones de la Identidad Cosmopolita Global, para determinar en qué medida están presentes o no en los perfiles de alumnos/as de dichos proyectos educativos. Dado que la técnica rigurosa del análisis de contenido es compleja y requiere mucho tiempo de procesamiento, optaremos por una herramienta de chequeo sencilla e intuitiva, formada por una serie de indicadores de observación documental, que tras una lectura atenta de cada proyecto educativo, por pequeños equipos de trabajo, en concreto el apartado referido a perfil del alumno/a, nos permitan evaluarlo con nuestro cuestionario de observación documental.
Propongo el siguiente cuestionario de chequeo post-lectura, en el que vamos a identificar las referencias a una serie de ítems de Identidad Cosmopolita Global (ICG), tres representativos de cada dimensión, si bien podríamos añadir más si lo consideramos oportuno en nuestra investigación. La escala utilizada será una combinación de la frecuencia con la que aparecen las referencias (dimensión cuantitativa) con la fuerza y énfasis que se le da a las mismas (dimensión cualitativa) mediante resaltados de texto, letras mayúsculas o negritas, así como narrativas emocionales y enfatizadas con frases y pensamientos célebres:
1 = ninguna representación
2 = escasa representación
3 = representación media
4 = bastante representación
5 = representación alta y central.
Tras la lectura del perfil de alumno/a del centro educativo/a X (nombre del centro educativo), valorar en qué medida los siguientes indicadores están representados en dicho perfil:
Podremos ver qué dimensiones de la ICG son las más olvidadas o debilitadas, y desde esa evidencia, hacer propuestas a las diferentes autoridades educativas, desde el convencimiento basado en que la educación media y universitaria son claves para construir una Ciudadanía Cosmopolita y Global, un mundo mejor para todos.