Las Cinco Huellas de la Convivencia Escolar: proyecto de enseñanza-aprendizaje para educación infantil y primaria
El ser humano ha evolucionado gracias a la
cooperación, no a la competición, de esto hoy ya no nos cabe ninguna duda, y
hay muchos estudios que lo avalan. Y la cooperación tiene sus claves, su genoma
social, y por eso somos "homo socius" como ya dijo
Aristóteles, y no tanto "homo hominis lupus" como dijo Thomas
Hobbes.
El proyecto educativo Las Cinco Huellas de la Convivencia Escolar está diseñado para rescatar esa huella humana, reforzarla y hacerla más ancha y profunda. Se ha desarrollado con éxito ya en varios centros educativos, de educación formal y no formal.
Está fundamentado en tres grandes pilares psicológicos de la Educación en Valores Sociales y Humanos: autoconcepto (identidad personal), reconocimiento del otro (identidad social) y cooperación inclusiva con otros (identidad cosmopolita global).
Está fundamentado en tres grandes pilares psicológicos de la Educación en Valores Sociales y Humanos: autoconcepto (identidad personal), reconocimiento del otro (identidad social) y cooperación inclusiva con otros (identidad cosmopolita global).
Este modelo educativo y pedagógico nació, como muchos otros modelos y recursos educativos que he creado, a partir de un curso de formación a docentes, en concreto para el claustro del Centro de Educación Infantil y Primaria Carlos Ruiz, de Tielmes, en la Comunidad de Madrid, en noviembre de 2014.
Dicho curso fue solicitado por los propios docentes (ya que algunos me conocían por mis dinámicas de grupo en Youtube y los recursos y dinámicas que comparto en Youtube) al CTIF (Centro Territorial de Innovación y Formación) Madrid-Este, en Alcalá de Henares.
Los inicios de los proyectos y modelos innovadores importan, y por eso me parece necesario contextualizar cómo surgió esta idea. Subrayar aquí que surge por propia iniciativa del claustro docente, quien me pide acompañarles en un proceso formativo orientado a trabajar la convivencia escolar de un modo diferente, más innovador, en clave competencial, preventivo y eficaz. Y como los retos me gustan, pues dije que sí. Y esta propuesta de una acción formativa que surge de abajo hacia arriba (y no al revés, como suele ocurrir), contaba con una importante motivación de partida, que sin duda contribuyó al éxito y aplicación práctica de la misma.
Diez años después de aquella exitosa experiencia, que ha servido de inspiración a muchos más centros educativos y docentes, no sólo en España, sino en todo el mundo, ahora ve la luz en formato libro-manual, de modo actualizado y “revisitado” desde la perspectiva actual de las metodologías actuales de enseñanza-aprendizaje, en clave de competencias educativas.
El modelo llamado “Las Cinco Huellas de la Convivencia Escolar”, está fundamentado entonces en tres dimensiones clave de la educación en valores sociales y humanos, a modo de niveles o estratos progresivos: autoconcepto, o identidad personal, reconocimiento del otro, o identidad social y cooperación inclusiva con otros, o identidad cosmopolita-global. Vamos a definir y comprender más a fondo estos tres estratos, y luego veremos las cinco huellas de la convivencia, de los que estos estratos serán sus niveles de profundidad, ya que de la combinación de todos ellos, extraeremos los ítems relevantes para nuestra propuesta de actividades de aprendizaje y desarrollo desde cada una de las cinco huellas:
Dicho curso fue solicitado por los propios docentes (ya que algunos me conocían por mis dinámicas de grupo en Youtube y los recursos y dinámicas que comparto en Youtube) al CTIF (Centro Territorial de Innovación y Formación) Madrid-Este, en Alcalá de Henares.
Los inicios de los proyectos y modelos innovadores importan, y por eso me parece necesario contextualizar cómo surgió esta idea. Subrayar aquí que surge por propia iniciativa del claustro docente, quien me pide acompañarles en un proceso formativo orientado a trabajar la convivencia escolar de un modo diferente, más innovador, en clave competencial, preventivo y eficaz. Y como los retos me gustan, pues dije que sí. Y esta propuesta de una acción formativa que surge de abajo hacia arriba (y no al revés, como suele ocurrir), contaba con una importante motivación de partida, que sin duda contribuyó al éxito y aplicación práctica de la misma.
Diez años después de aquella exitosa experiencia, que ha servido de inspiración a muchos más centros educativos y docentes, no sólo en España, sino en todo el mundo, ahora ve la luz en formato libro-manual, de modo actualizado y “revisitado” desde la perspectiva actual de las metodologías actuales de enseñanza-aprendizaje, en clave de competencias educativas.
El modelo llamado “Las Cinco Huellas de la Convivencia Escolar”, está fundamentado entonces en tres dimensiones clave de la educación en valores sociales y humanos, a modo de niveles o estratos progresivos: autoconcepto, o identidad personal, reconocimiento del otro, o identidad social y cooperación inclusiva con otros, o identidad cosmopolita-global. Vamos a definir y comprender más a fondo estos tres estratos, y luego veremos las cinco huellas de la convivencia, de los que estos estratos serán sus niveles de profundidad, ya que de la combinación de todos ellos, extraeremos los ítems relevantes para nuestra propuesta de actividades de aprendizaje y desarrollo desde cada una de las cinco huellas:
- Nivel de la identidad personal (YO): construir un auto-concepto ajustado y una buena autoestima para tomar decisiones responsables y vivir con dignidad.
- Nivel de la identidad social (TU): reconocer al otro desde la empatía, el respeto y la tolerancia, estableciendo relaciones humanas eficaces y justas.
- Nivel de la identidad cosmopolita-global (NOSOTROS): fomentar la interdependencia positiva, la cooperación y la solidaridad de acuerdo a los derechos y deberes fundamentales.
Una vez que conocemos los tres niveles de profundidad o estratos de cada una de las cinco huellas, vamos ahora a definir y conocer dichas huellas:
La huella cooperativa. La cooperación social nos ayuda a integrar nuestras diferentes cualidades y talentos para lograr hacer cosas y resolver problemas, para intercambiar y completarnos.
La huella creativa. La creatividad nos ayuda a buscar diferentes soluciones a los problemas y a generar varias alternativas, sin actuar siempre de la misma manera.
La huella emocional. Los sentimientos y emociones nos informan de lo que nos gusta o no: cuando los reconocemos, expresamos y compartimos nos ayudan a ser más auténticos y seguros, y así actuar mejor.
La huella equitativa. La justicia y la equidad nos ayudan a equilibrar la balanza entre los derechos y los deberes que todos tenemos para el uso y disfrute de varios tipos de cosas, y así podemos valorar mejor lo que es justo de lo que no lo es.
La huella positiva. El lenguaje positivo nos ayuda a regular nuestro comportamiento, a valorarnos mejor y a comunicarnos de forma más eficaz con otros para resolver nuestros desacuerdos o posturas.
En el libro-manual de ofrecen, de cada una de las huellas (además de la introducción-marco teórico) 6 indicadores-desempeños para diseñar situaciones de aprendizaje (dos indicadores por cada estrato o nivel de profundidad), así como 6 dinámicas-actividades didácticas, una por cada indicador. También canciones retahílas de aprendizaje de cada huella e ideas gráficas para el diseño de las 5 huellas. De tal forma que constituye un buen aliado para el Proyecto de Convivencia Escolar, creo que hoy el proyecto de aprendizaje más importante y necesario de todo centro educativo.
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